Quienes Somos

Gustavo y Karina Lara

Gustavo y Karina estan casados hace 29 años, son papás de 4 hijos, Yonathan, Melany, Samuel y David y abuelos de dos nietos, Amelie y Agustin. 

Desde hace mas de 35 años sirven a Dios con intensa pasión y dedicación al cuerpo de Cristo. Proveen guía y dirección a centenares de pastores en los 5 continentes. Actualmente son los fundadores de la congregación Cristo Tu Haces Todo Nuevo con sede en José C. Paz, Buenos Aires y de la Casa Paterna que lleva el mismo nombre, familia de 80 congregaciones en diferentes países.  Son fundadores junto a otros ministros de la Red UNGE Internacional. Son directores general del CEAP (Centro de Entrenamiento de Alta Productividad), también del Proyecto LAPET, movilizando líderes a los cuatro continentes, y de la Cumbre de Profesionales Instrumentos de Justicia. Miembros de varios equipos apostólicos en el mundo. Gustavo es el autor de tres libros: En búsqueda de la Justicia, Reconciliados en Cristo y Dios consuela hablando Verdad. Posee un Doctorado en Divinidades. Reside en la ciudad de San Miguel, provincia de Buenos Aires, junto a sus hijos.

Visión, Misión, Objetivos

Visión: 

Ser una familia de congregaciones edificadas conforme al diseño y doctrina apostólica en la “Centralidad de Nuestro Señor Jesucristo por la eterna voluntad del Padre”. Siendo ministros Competentes en el Nuevo Pacto comprometidos en proclamar el evangelio de Gracia y Verdad a fin de expresar y extender el Reino de Dios en la tierra.

Misión: 

Capacitar, equipar e instruir por el Espíritu Santo a todos los santos que son ministros de Dios en Cristo, para que sean más efectivos en sus llamados. Para edificar y multiplicar casas e iglesias apostólicas conforme al propósito, diseño, orden y gobierno de Dios.

Objetivos:

Restaurar el diseño, doctrina y administración apostólica en las diferentes congregaciones, casas apostólicas y ministerios unidos a la Red, a fin de provocar una reforma bajo el Evangelio de la Gracia y la Verdad Presente establecida en el Nuevo Pacto.

Entrelazar y unir los diferentes dones ministeriales para una colaboración mutua en el avance del Evangelio, respetando y valorando las distintas gracias y medidas de fe que operan en cada uno según el llamado divino.

Ministrar a las diferentes necesidades de los miembros unidos a esta visión apostólica, para crear una mayor y mejor efectividad en nuestras responsabilidades de familia, ministerio y sociedad.

Apoyar en la capacitación, desarrollo y avance de los ministros y congregaciones, para edificar Casas Apostólicas que por medio de relaciones respetuosas y recursos disponibles en el Cuerpo de Cristo alcancen mejores resultados en el cumplimiento de su llamamiento en el propósito eterno de Dios.